Vista desde levande de la Iglesia de La Miñosa
Capiteles de la galería porticada de la parroquial de Tortonda.
"El románico en tierra de Guadalajara surge desde el momento de la Reconquista y se extiende a lo largo de la etapa repobladora: finales del siglo XI hasta casi finalizado el XIII. Son, pues, tardíos en su datación la mayoría de los monumentos de este estilo en nuestra tierra. Alrededor de las grandes villas (Sigüenza como ciudad episcopal; Brihuega como señorío de los arzobispos toledanos; Guadalajara como ciudad real; Molina como centro de un señorío potente) se va estructurando el estilo, y densificado el muestrario de edificios que surgen en todos los núcleos poblados de su entorno, por pequeños que sean." Antonio Herrera Casado (El románico de Guadalajara, Ed Aache)