Villaviciosa de Tajuña (Guadalajara)
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Los pueblos no son un frío trazado de calles y edificios, sino organismos vivos, tejidos multicelulares cuyo desarrollo evolutivo podría estudiar también la Biología. Al arrimo de un manantial, de un pozo o de una fuente, al amparo de unas murallas, junto al rumor de algún río o buscando la luz más alta de los cerros, nacieron muchos pueblos; y luego fueron creciendo impulsados por el giro de sus molinos o por la promesa de sus alhóndigas y de sus huertas. Siglo a siglo, fueron alargándose sus calles ensanchándose sus olivares o sus campos de trigo y, a la sombra de sus torres, fueron poblándose sus casas.
Muchos llegaron a alcanzar destellos de un inimaginable esplendor; pero en algún momento se estancaron y se inició su declive. Después los libros de Historia han intentado explicar las causas por las que sobrevino su decadencia: una batalla perdida, unas fronteras que quedaron fijadas un poco más acá o más allá de sus dominios, un tren que dejó de pasar por allí, una mina o una fábrica que cerró, unos campos que dejaron de dar fruto...todas esas causas están escritas con tinta negra en el oscuro calendario de algunos pueblos, aunque tal vez es en la misma condición de las piedras donde está profetizado su verdadero destino.
Tal vez son las piedras las que llevan escritas en sus bordes las fechas de su propio desgaste, como un código genético que está mas allá de las batallas o más allá de las cosechas; y semejante código actúa como una predestinación mineral que jamás dejará de cumplirse. En el sucederse de las generaciones y en el discurrir de los imperios, hay un momento en el que las piedras de las casas se vuelven melancólicas, los caminos comienzan a hacerse cada vez más estrechos y es entonces cuando los pueblos, como flores viejas viejas y cansadas, comienzan a languidecer.
Pedro González Moreno
6 comentarios:
Paco, al anunciar con antelación el destino del siguiente románico me diste cancha para el enrolle. Nuevamente excelentes fotografías de la naturaleza.
Villaviciosa de Tajuña.- La Alcarria
Tiempos muy viejos.- La proximidad del agua ofrecía ya en la Prehistoria unas condiciones ideales para el asentamiento de poblaciones cazadoras. Desde la edad del bronce existen vestigios de castros ibéricos, restos de épocas celtibéricas, monedas visigóticas. Campamento romano protegiendo la construcción de calzadas para la mejor comunicación con la meseta y a partir del siglo I d.C. la de ciudades (civitas),asentamientos civiles no dedicados a la agricultura como gestión principal de sus ciudadanos, en la zona, ejemplo: Brihuega: la Rhigusa prerromana, Brioga (lugar fuerte y amurallado) de los romanos, Buroca según los árabes y en el s. XI Brioca.
Tiempos viejos.- Al Mamún de Toledo domina todavía en esa parte de Castilla. En tierras del Tajuña protege y da asilo a un príncipe cristiano caído en desgracia (por su disputa con su hermano por el reino de León) y le otorga en propiedad unas tierras para que construya una alquería, casa amurallada y lugar de caza.
Así lo hizo y lo llamó Villaviciosa, corre el año 1.072 y se trata de un reducto cristiano en todo el contorno aún tierra de moros. Años más tarde y tras la conquista de Toledo, siendo ya dueño y señor del territorio aquel príncipe será conocido como Alfonso VI. El Bravo.
Tiempos menos viejos.- Siete siglos después muere Carlos II El Hechizado, último rey de los Austrias, guerra de sucesión, el Archiduque Carlos de Austria pierde el 8.12.1710 la batalla de Brihuega y en los dos días siguientes la de Villaviciosa ante Felipe de Anjou, luego Felipe V de Borbón.
Próximo al pueblo un monumento dice “A los héroes de Brihuega y Villaviciosa en 1.710 El pueblo y el ejército 1.910”.
Realmente para Villaviciosa población , olvido y abandono.
Como quien dice ayer.- Durante la guerra civil tiene lugar en ese escenario la batalla de Guadalajara, Ernest Hemingway, testigo como corresponsal, escribió:
“Todo el campo de batalla, está sembrado de papeles, cartas, mochilas, útiles de trinchera y por todas partes, muertos”.
Ayer.- D. José Serrano Belinchón hijo de la Alcarria cuyos escritos sobre Guadalajara y sus pueblos son faena honrosa y tarea de titanes dice en Julio 1.987 sobre Villaviciosa de Tajuña en charla con un vecino:
“…. el pueblo es muy pequeño, en ese momento son ocho vecinos de continuo, pero que nunca ha sido grande y que cuando más población tuvo podían ser unas treinta o treinta y cinco casas abiertas….” También hablaba con Dña. Francisca de Lucas a la sazón alcaldesa de Villaviciosa, quien comentaba “… en el pueblo sólo hay cuatro niños que van a la escuela en Brihuega….”
Hoy.- Serán alguno de ellos los interlocutores de nuestro PT en su visita reciente ?
Vistos los últimos comentarios parecería que el pueblo esta al borde del despoblado, sin embargo a la vista de las fotografías de PT se observan algunas casas pintadas o estucadas recientes así como tejados nuevos, quizás existe alguna población de fin de semana, o quizás en verano aumenta con la vuelta de autóctonos o descendientes.. ?
Duele pensar que un lugar tan bello e incluso lleno de posibilidades para una vida discreta, tranquila, con abundancia de agua, con tierras generosas, se vea condenado a la desaparición.
Gracias de nuevo, Antonio, por esa ilustrada entrada.
De los tiempos muy viejos y viejos poco puedo decir. Mas bien nada. De los menos viejos, como tú dices, confirmar un sencillo monumento que hay en el páramo alto, cercano al pueblo. El texto de Pedro habla de batallas. Este pueblo puede contar muchas cosas de estas. Como bien dices le tocó en desgracia ser protagonista ya en el pasado siglo de otro hecho bélico. Estamos en el cómo quien dice ayer.
Pasamos del ayer y vamos al hoy. Muy pocos habitantes habituales. Me comentaron que se anima algo los fines de semana y en vacaciones. Está a poco mas de 100 Km de Madrid, y tienen casa aquí gente que trabaja en la capital. El entorno del pueblo es magnífico. A media ladera y con vistas al valle del Tajuña, con unos buenos quejigares.
Sólo decir que este texto de Pedro lo he repetido sin querer. Me han comentado que ya lo puse en una entrada llamada Código Genético hace algo mas de dos años.
Antonio, ¿te has fijado en las aliagas (¿como decias que se llamaban?) de la primera foto???
Pinchaban, te lo juro¡¡¡
Repita conmigo…. Genista Scorpius….
Arbusto de mata erguida y ramas intrincadas de hasta 2 metros de altura, provisto de fuertes espinas. Su floración es explosiva coincidiendo con la máxima actividad de los insectos (..ABEJAS… de que me suena..?) siendo síntoma de la llegada del buen tiempo. Aclaro que floración explosiva no quiere decir que luego de pinchar, rejonear o alancear cruelmente despanzurre al individuo sádicamente. Indica que en un pis pás, de hoy para mañana, aparecen los matorrales teñidos de amarillo con olorosas flores.
Si bien no he localizado utilización de la interfecta en usos medicinales, tisanas, infusiones, emplastos o cataplasmas entre las gentes del campo, si se aprovecharon de ellas para otros usos no menos importantes. En las matanzas del puerco se utilizaban sus ramas para socarrar los pelos del animal. Servían igualmente para iniciar los fuegos u hogueras por su fácil y rápida combustión. Otra más ingeniosa…: como deshollinador de chimeneas.. se ataban varias matas con una cuerda, se depositaba el matorral sobre la boca exterior de la chimenea lanzando la cuerda por el hueco hasta el hogar, desde allí se tiraba de ella forzando a descender la ginesta, los pinchos iban arrastrando el hollín pegado a las paredes interiores.
He visto hace muchos años, en el Maestrazgo linde entre Castellón y Teruel, aprovechar los matorrales de ginesta para proteger de la lluvia o nieve a los muros de adobe. Pegaban las matas con barro a modo de impermeabilizante, se veía en corrales, parideras y cabañas.
Repetición del texto que va al pie de las fotografías.
Amigo, está claro que, sin parecerlo, alguien nos vigila controlando nuestros pasos, el comentario hecho además por “línea interna” así lo refleja. Aquí hay que andarse con sumo cuidado, un despiste y suena la bocina.
AM
Genista scorpius, genista
scorpius...vale, vale...
Y si, parece increíble la cantidad de propiedades que tiene la tal genista.
Producto de la necesidad y de una cultura de utilizar todo lo que esta mas a mano y mas económico.
Y cuidadín con lo que decimos. Si, nos vigilan¡¡¡
... y quien vigila al vigilante ?
Jajajajaja... hay gente de la Alcarria en todos lados. Bueno, casi, precisamente allí ya quedan pocos para vigilar
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