No haces fotos solamente con la cámara. Llevas también todas las fotos que has visto, los libros que has leído, la música que has escuchado y la gente que has amado. (Ansel Adams)
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EL SECRETO DE LA FOTOGRAFIA
Capiteles de la Iglesia de San Esteban Protomártir en Pineda de la Sierra (Burgos)
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Una fotografía es un secreto acerca de un secreto, cuanto mas te dice menos sabes
Diane Arbus
2 comentarios:
A.Matamoros
dijo...
Sinceramente no consigo aplicar el sentido de la frase de Diane Arbus a las hermosas fotografías de San Esteban Protomartir considerando la depresiva vida y obras de la fotógrafa americana y el limpio románico mostrado.
Pienso que en plena edad media, llena de acontecimientos horribles, de conquista, guerra, pobreza, calamidades, el románico es un respiro, es transición, es la esperanza, un canto de alegría que en la mayoría de sus obras reflejan ilusión, viejas creencias mezcladas con la nueva religión. Encontramos en esa iglesia un bestiario compuesto, entre otras, de arpías, centauros y sirenas junto a figuras de fe, la Virgen madre con el Hijo, San Pedro… etc. Todo ello relatado en piedra genialmente, con florituras artísticas grabadas a cincel, no dan muestra los artesanos de excesivo sufrimiento ni desvarío, yo diría que muestran unas desbordantes ansias de vivir. Mensaje brillante desde la mitad del XII grabado en San Esteban , Pineda de la Sierra.
Diane Arbus, fallece a los 48 años, el 26 de Julio de 1.971, ingiere una desmesurada cantidad de barbitúricos y finalmente se corta las venas tras introducirse en la bañera. Se dice que tomó fotografías mientras se desangraba, que nadie ha visto, ya que pudieron ser eliminadas por una de sus hijas, albacea del legado de su madre. Durante años se dedicó junto a su marido a la fotografía en el mundo de la moda, pero en 1958 se separan e inicia Diane la búsqueda de lo que sería su obra. Se sentía atraída por personajes excéntricos, localizaba en barrios marginales a los “freaks” tipos raros e inusuales, trabajaba especialmente con artistas de circo y travestidos, ya que opinaba que esos marginados al límite de la sociedad tenían en su mirada secretos inexplicables. Sufrió a partir de los años 40 fuertes depresiones que le llevaban a pensar que ellas le hacían sensible para captar la tristeza de esos seres humanos, en la mayor parte de las veces deformes física o mentalmente. En los dos últimos años de su vida obtuvo un permiso especial para fotografiar a recluidos en instituciones por severos retrasos mentales, sus fotografías combinando el flash a plena luz del día, o la luz de la tarde junto con la luz invernal, personajes de frente, en blanco y negro, mirando fijamente a la cámara… Decía que la conexión lograda con sus pacientes se refleja en las fotografías. Visto este entorno si se entiende la frase de Diane Arbus. Por cierto, creo que en 2.006 se produjo una película, “Retrato de una obsesión” sobre la vida de ese personaje peculiar. Nicole Kidman protagoniza el papel de Diane.
Con humildad, creo que nada que ver con el luminoso románico… !! AM
Voy allá, Antonio. He escogido esta frase de Diane Arbus porque aunque a la vista está el tema fotografiado, los capiteles en este caso, siempre he pensado que hay muchas cosas que no comprendemos y se nos escapan. Por muchos estudios que haya, nunca sabremos como pensaba el hombre medieval. Y sólo podemos hacer conjeturas. Si, los capiteles están ahí, los podemos tocar, fotografiar, pero ¿Qué significaba para aquella gente, en aquellos momentos, todos esos jeroglíficos, monstruos o figuras que a nuestros ojos poco tenían que ver con la religión imperante? La vida de Diane Arbus es un exceso en todos los sentidos. Todo pasión. Y a contracorriente. Fotografiando lo que mucha gente evita y no quiere ver. A sus fotografías si que les cuadra esa frase. Entiendo que al ver sus fotografías se haría muchas preguntas sobre gestos, miradas.. y concluiría en que sólo había fotografiado la superficie. Hasta las personas "mas normales" parecen inquietantes cuando posan ante su cámara. Pongo enlace: https://www.google.es/search?q=diane+arbus+fotografias&bav=on.2,or.r_cp.r_qf.&bvm=bv.48705608,d.ZWU&biw=1600&bih=738&um=1&ie=UTF-8&hl=es&tbm=isch&source=og&sa=N&tab=wi&ei=lYvgUcbTOaOL7Aa4uoEI#imgdii=_
2 comentarios:
Sinceramente no consigo aplicar el sentido de la frase de Diane Arbus a las hermosas fotografías de San Esteban Protomartir considerando la depresiva vida y obras de la fotógrafa americana y el limpio románico mostrado.
Pienso que en plena edad media, llena de acontecimientos horribles, de conquista, guerra, pobreza, calamidades, el románico es un respiro, es transición, es la esperanza, un canto de alegría que en la mayoría de sus obras reflejan ilusión, viejas creencias mezcladas con la nueva religión.
Encontramos en esa iglesia un bestiario compuesto, entre otras, de arpías, centauros y sirenas junto a figuras de fe, la Virgen madre con el Hijo, San Pedro… etc. Todo ello relatado en piedra genialmente, con florituras artísticas grabadas a cincel, no dan muestra los artesanos de excesivo sufrimiento ni desvarío, yo diría que muestran unas desbordantes ansias de vivir. Mensaje brillante desde la mitad del XII grabado en San Esteban , Pineda de la Sierra.
Diane Arbus, fallece a los 48 años, el 26 de Julio de 1.971, ingiere una desmesurada cantidad de barbitúricos y finalmente se corta las venas tras introducirse en la bañera.
Se dice que tomó fotografías mientras se desangraba, que nadie ha visto, ya que pudieron ser eliminadas por una de sus hijas, albacea del legado de su madre.
Durante años se dedicó junto a su marido a la fotografía en el mundo de la moda, pero en 1958 se separan e inicia Diane la búsqueda de lo que sería su obra. Se sentía atraída por personajes excéntricos, localizaba en barrios marginales a los “freaks” tipos raros e inusuales, trabajaba especialmente con artistas de circo y travestidos, ya que opinaba que esos marginados al límite de la sociedad tenían en su mirada secretos inexplicables.
Sufrió a partir de los años 40 fuertes depresiones que le llevaban a pensar que ellas le hacían sensible para captar la tristeza de esos seres humanos, en la mayor parte de las veces deformes física o mentalmente. En los dos últimos años de su vida obtuvo un permiso especial para fotografiar a recluidos en instituciones por severos retrasos mentales, sus fotografías combinando el flash a plena luz del día, o la luz de la tarde junto con la luz invernal, personajes de frente, en blanco y negro, mirando fijamente a la cámara… Decía que la conexión lograda con sus pacientes se refleja en las fotografías.
Visto este entorno si se entiende la frase de Diane Arbus.
Por cierto, creo que en 2.006 se produjo una película, “Retrato de una obsesión” sobre la vida de ese personaje peculiar. Nicole Kidman protagoniza el papel de Diane.
Con humildad, creo que nada que ver con el luminoso románico… !!
AM
Voy allá, Antonio.
He escogido esta frase de Diane Arbus porque aunque a la vista está el tema fotografiado, los capiteles en este caso, siempre he pensado que hay muchas cosas que no comprendemos y se nos escapan.
Por muchos estudios que haya, nunca sabremos como pensaba el hombre medieval. Y sólo podemos hacer conjeturas. Si, los capiteles están ahí, los podemos tocar, fotografiar, pero ¿Qué significaba para aquella gente, en aquellos momentos, todos esos jeroglíficos, monstruos o figuras que a nuestros ojos poco tenían que ver con la religión imperante?
La vida de Diane Arbus es un exceso en todos los sentidos. Todo pasión. Y a contracorriente. Fotografiando lo que mucha gente evita y no quiere ver. A sus fotografías si que les cuadra esa frase. Entiendo que al ver sus fotografías se haría muchas preguntas sobre gestos, miradas.. y concluiría en que sólo había fotografiado la superficie.
Hasta las personas "mas normales" parecen inquietantes cuando posan ante su cámara.
Pongo enlace:
https://www.google.es/search?q=diane+arbus+fotografias&bav=on.2,or.r_cp.r_qf.&bvm=bv.48705608,d.ZWU&biw=1600&bih=738&um=1&ie=UTF-8&hl=es&tbm=isch&source=og&sa=N&tab=wi&ei=lYvgUcbTOaOL7Aa4uoEI#imgdii=_
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