Iglesia de San Miguel, en San Esteban de Gormaz (Soria)
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El hombre de estos campos vivió siempre con la costumbre de mirar hacia arriba, unas veces para pedir lluvia a los cielos, otras veces para pedir misericordia o perdón a los santos, y otras para pedir pan o limosna a quienes habitaban en aquellas mansiones de piedra altiva y palaciega. Pero en muchas ocasiones, contrariado, el hombre de estos campos tuvo que mirar hacia el suelo porque la lluvia se transformó en pedrisco, que arruinó sus cosechas; o porque los santos le respondieron con un silencio que quebrantó su fe; o porque los emblemas heráldicos, desde arriba, unas veces le miraron con desprecio y otras cayeron sobre él y aplastaron sus sueños. Recordando el título de un conocido poema de César Vallejo, con una piedra negra sobre una piedra blanca se levantó la gran arquitectura del mundo. Piedras sobre piedras en la infinita rueda demoledora del tiempo. Cada una de esas piedras con su color, su tamaño y su peso diferentes. Y también cada una de ellas con sus propios sueños.
Texto: Pedro González
4 comentarios:
Siguiendo el hilo de P.González...
El hombre de esos campos y de otros campos, de otros pueblos, de otras razas, se cansaron de rezar sin recibir respuesta, de sufrir atropellos y expolios de los que detentaban emblemas heráldicos en el pecho o escudos, se cansaron de mendigar el pan cuyo grano en plenas cosecha, fue suyo, pero fueron esquilmados por recaudadores de señores o de abadías como pago de usuras o rescates. Sin otra salida empuñaron las hoces y guadañas y tomaron venganza en los funcionarios, luego envalentonados se lanzaron sobre las mansiones altivas y no dejaron piedra sobre piedra y la sangre manó como lluvia, promesa de una nueva vida libre.
Aquellos hombres de aquellos campos, de otros pueblos, de otras razas, conseguido el poder olvidaron sus orígenes y soñaron ser nobles, señores y obispos, sobre las ruinas que en su justa rebeldía provocaron construyeron nuevas mansiones más altas y altivas, vistieron de seda, se armaron con aceros templados, con bloques edificaron sus nuevas iglesias, las hoces y guadañas quedaron para los míseros y aún más pobres de aquellos campos, de aquellos pueblos o de otras razas obligados a uncirse a los yugos…. contrataron esbirros y fueron aún más crueles que los viejos señores.
Plauto, 200 años a.C. lo dejó escrito en su Asinaria "Lupus est homo homini, non homo, quom qualis sit non novit."
Lobo es el nombre para el hombre...
De todo ese magma de fuego y furor nos quedan esas piedras que ahora nos baja PT como una muestra humilde de “la gran arquitectura del mundo”, ruinas de Persépolis, templos de Egipto, los griegos, y de aquí, los restos tardoromanos o paleocristianos, los visigodos, las mezquitas, los edificios románicos, todos los que milagrosamente han sobrevivido a la pueblos que los rodeaban y a las gentes que los levantaron… increible pero cierto, vista la rapacidad y afán destructivo que la especie que camina erguida sobre sus piernas lleva dentro.
AM
Efectivamente, has seguido el hilo de Pedro González y has dado un paso mas. Y lo podías haber titulado "la espiral de la historia". Espiral de ida y vuelta, claro.
Si Plauto dijo eso en el 200 aC imagínate lo que nosotros podemos decir con 2.200 años mas de experiencia histórica. En realidad no podemos decir otra cosa que corroborarlo.
Y por poner un claro ejemplo, en el XX, hay un pueblo, el Judío, que ha pasado de víctima a verdugo en un plazo increíblemente corto.
Y sí, es un milagro que todavía podamos admirar todas esas arquitecturas después de, por llamarlo de manera suave, tantos avatares históricos. Tú eres mucho mas claro en la descripción.
Ya hemos dado el salto hasta Islandia y este lugar empieza a llenarse de polvo… sólo
decir que habría mucho que hablar, pero mucho, sobre esa metamorfosis que cargas sobre el pueblo judío.. sin embargo no es éste, ni por la temática ni por lo extenso que podría llegar a ser, el lugar adecuado.
Shalom aleijem
AM
Evidentemente no todo es blanco y negro. Pero si, creo que se nos escapa de lugar.
Si, de Soria a Islandia hay un trecho. Y apunta el próximo capítulo: Navalagamella¡¡¡
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