No haces fotos solamente con la cámara. Llevas también todas las fotos que has visto, los libros que has leído, la música que has escuchado y la gente que has amado. (Ansel Adams)
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LA MEMORIA EN LAS MANOS
Imágenes tomadas en el Museo Arqueológico Nacional (Madrid)
Me ha sorprendido PT con estas fotografías de unas manos. Aquellos que hemos intentado dibujar o pintar el cuerpo humano saben de las dificultades de obtener un buen resultado al llegar a las manos, a los dedos, ahí han empezado las dificultades serias y el que muchos se pasaran a los paisajes, a bodegones o simplemente lo dejaran derrotados. Manos. Las cuatro primeras, están toscamente labradas, la primera parece un material de gran dureza, el maestro despacha el trabajo esbozando gestos, la derecha protege lo que suponemos libro, la izquierda lo sustenta delicadamente, será un apóstol, será un clérigo, extraña el colgante claveteado que pende de su antebrazo derecho y que parece ajeno al resto de la indumentaria. Manos, por tanto, protectoras. La segunda fotografía, parece un material más tosco, quebradizo, quizás de mejor trabajar, falla posiblemente la habilidad del artífice, sin embargo en su tosquedad nos muestra que son manos de personaje influyente por sus anillos. obispo ?, al fondo se adivinan las puntas o trenzas de una barba o será adorno de un pectoral. Tercera, manos en reposo, postura de un oficiante ensimismado, cuerpo presente pero espíritu ausente, el trabajo muy simple pero enormemente realista, bocamangas y el resto de la vestimenta imperfectamente perfecta. Cuarta, tosquedad, dedos que parecen asir, apretar, estrujar más que sostener. Diría que a su autor le faltaba arte, el material, la piedra, parece de poca calidad. Por último, manos talladas de mujer, santa, virgen, pastora, no lo se, pero son manos acostumbradas al trabajo, no parecen de dama de corte, ni reina ni señora noble, tienen algo de amasar, lavar, tender, criar, sembrar, en suma, luchadora en una dura vida. Probablemente no acerté en ninguna de ellas, pero van a ser las doce de la noche y llevo dándole vueltas a esas manos no menos de un par de horas. PT amigo, diste en la diana. AM
Vamos allá, Antonio. La primera, la de las "manos protectoras" según dices, pertenece a una escultura románica, creo que proveniente de Santiago de Compostela. La escultura está adosada a una columna. La segunda pertenece a una Dama Oferente de la cultura Ibérica, nada mas y nada menos. Muchos siglos anterior a la anterior, valga el dicho. La tercera, muy diferente a la anterior es también Ibérica. Y por supuesto la siguiente, la cuarta. Otra Dama Oferente. Ese esquematismo de manos podría ser perfectamente de un artista de nuestro tiempo: imposible mas con menos. La última pertenece a una talla del siglo XIV o XV mas realista, lógicamente. La verdad es que da vértigo pasear entre tantos siglos en tan escasos metros. Seguiremos, Antonio...
3 comentarios:
Muy bueno todo
Me ha sorprendido PT con estas fotografías de unas manos. Aquellos que hemos intentado dibujar o pintar el cuerpo humano saben de las dificultades de obtener un buen resultado al llegar a las manos, a los dedos, ahí han empezado las dificultades serias y el que muchos se pasaran a los paisajes, a bodegones o simplemente lo dejaran derrotados.
Manos.
Las cuatro primeras, están toscamente labradas, la primera parece un material de gran dureza, el maestro despacha el trabajo esbozando gestos, la derecha protege lo que suponemos libro, la izquierda lo sustenta delicadamente, será un apóstol, será un clérigo, extraña el colgante claveteado que pende de su antebrazo derecho y que parece ajeno al resto de la indumentaria. Manos, por tanto, protectoras.
La segunda fotografía, parece un material más tosco, quebradizo, quizás de mejor trabajar, falla posiblemente la habilidad del artífice, sin embargo en su tosquedad nos muestra que son manos de personaje influyente por sus anillos. obispo ?, al fondo se adivinan las puntas o trenzas de una barba o será adorno de un pectoral.
Tercera, manos en reposo, postura de un oficiante ensimismado, cuerpo presente pero espíritu ausente, el trabajo muy simple pero enormemente realista, bocamangas y el resto de la vestimenta imperfectamente perfecta.
Cuarta, tosquedad, dedos que parecen asir, apretar, estrujar más que sostener. Diría que a su autor le faltaba arte, el material, la piedra, parece de poca calidad.
Por último, manos talladas de mujer, santa, virgen, pastora, no lo se, pero son manos acostumbradas al trabajo, no parecen de dama de corte, ni reina ni señora noble, tienen algo de amasar, lavar, tender, criar, sembrar, en suma, luchadora en una dura vida.
Probablemente no acerté en ninguna de ellas, pero van a ser las doce de la noche y llevo dándole vueltas a esas manos no menos de un par de horas.
PT amigo, diste en la diana. AM
Vamos allá, Antonio.
La primera, la de las "manos protectoras" según dices, pertenece a una escultura románica, creo que proveniente de Santiago de Compostela. La escultura está adosada a una columna.
La segunda pertenece a una Dama Oferente de la cultura Ibérica, nada mas y nada menos. Muchos siglos anterior a la anterior, valga el dicho.
La tercera, muy diferente a la anterior es también Ibérica.
Y por supuesto la siguiente, la cuarta. Otra Dama Oferente. Ese esquematismo de manos podría ser perfectamente de un artista de nuestro tiempo: imposible mas con menos. La última pertenece a una talla del siglo XIV o XV mas realista, lógicamente.
La verdad es que da vértigo pasear entre tantos siglos en tan escasos metros.
Seguiremos, Antonio...
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