No haces fotos solamente con la cámara. Llevas también todas las fotos que has visto, los libros que has leído, la música que has escuchado y la gente que has amado. (Ansel Adams)
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UN ALTO EN EL CAMINO
Un hito en el Camino de Santiago: la Iglesia de Santiago en Villafranca del Bierzo (León)
Magnífico pueblo y estupendo románico. ¡Qué de recuerdos! Allá por el año 1974, plantamos al tienda de campaña junto a la portada sur, eran otros tiempos y el peregrinaje a pie estaba muerto, salvo casos muy extraños, como el nuestro. La peregrinación se hacía en tren, o en autocar, o si acaso, si acaso, en coche. Eran peregrinaciones organizadas, atadas y bien atadas. Habíamos hecho un largo camino, muchos días solitarios desde Jaca, y al caer la noche, sin lugar ni economía para alojarnos "decentemente", plantamos la tienda ante este pequeño templo, junto a la tapia del diminuto cementerio. ¡Qué despertar! Apenas lavada la cara, con agua de la cantimplora, allí estaban observándonos, como si ellos también hubiesen acampado "a las malas", los tres magos de Oriente. Acostaditos en su capitel, tapados por una pétrea manta común. Parecían decirnos -"Buenos días, compañeros de Camino. ¿Se ha dormido bien? Ánimo, ya falta menos". Nunca un templo románico, nos ha parecido tan íntimo, tan cercano.
El camino de Santiago ha dado para mucha literatura.Pero la que a mi mas me gusta es oir contar esos momentos íntimos, esos recuerdos que sólo entan en la memoria de cada peregrino y que para ellos son únicos e inolvidables, haciendo partícipes a todos de su maravillosa experiencia. Es tu caso. Gracias por ello, amigo...
2 comentarios:
Magnífico pueblo y estupendo románico. ¡Qué de recuerdos! Allá por el año 1974, plantamos al tienda de campaña junto a la portada sur, eran otros tiempos y el peregrinaje a pie estaba muerto, salvo casos muy extraños, como el nuestro. La peregrinación se hacía en tren, o en autocar, o si acaso, si acaso, en coche. Eran peregrinaciones organizadas, atadas y bien atadas.
Habíamos hecho un largo camino, muchos días solitarios desde Jaca, y al caer la noche, sin lugar ni economía para alojarnos "decentemente", plantamos la tienda ante este pequeño templo, junto a la tapia del diminuto cementerio. ¡Qué despertar! Apenas lavada la cara, con agua de la cantimplora, allí estaban observándonos, como si ellos también hubiesen acampado "a las malas", los tres magos de Oriente. Acostaditos en su capitel, tapados por una pétrea manta común. Parecían decirnos -"Buenos días, compañeros de Camino. ¿Se ha dormido bien? Ánimo, ya falta menos".
Nunca un templo románico, nos ha parecido tan íntimo, tan cercano.
Salud y fraternidad.
El camino de Santiago ha dado para mucha literatura.Pero la que a mi mas me gusta es oir contar esos momentos íntimos, esos recuerdos que sólo entan en la memoria de cada peregrino y que para ellos son únicos e inolvidables, haciendo partícipes a todos de su maravillosa experiencia.
Es tu caso.
Gracias por ello, amigo...
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