
Fotos de Julián García Avila ¡gracias, amigo!
No haces fotos solamente con la cámara. Llevas también todas las fotos que has visto, los libros que has leído, la música que has escuchado y la gente que has amado. (Ansel Adams)

Capiteles de la parroquial de San Miguel de Bernuy. Basilisco (sup) y arpía (inf) entre exhuberante vegetación pétrea.
Península que forma una hoz del Duratón donde se encuentran Los San Martines y los San Pedros. Silueta (inf) de este último.
Templos de Fuentidueña. San Miguel (sup) y ruinas de San Martín (inf), cuyo ábside se encuentra en The Cloisters (Nueva York)
Los San Pedros y San Martines siguen oliendo a tomillos como desde siempre, humo de sus hogares de lumbre baja, a techumbres de paja mojada por el agua de otoño, en los San Pedros y San Martines huele a necrópolis.
En los San Pedros y San Martines se oyen rumores de los críos correteando por sus casas castreñas, a cencerros de cabras pastando por los peñascos, a crujir de ruedas de carro aproximándose por sus caminos de piedra, a choque de espadas de guerreros, a centinelas dando alarmas de intrusos desde su muralla, en los San Pedros y San Martines se oyen rumores de destrucción.
Los San Pedros y San Martines tienen aromas a pucheros de mil sabores de mil productos sacados de la tierra, a cabrito asado de hoguera, a requesón y quesos curados en bodega, en los San Pedros y San Martines se saborea felicidad pasada.
En los San Pedros y San Martines se palpa su pasado, sus piedras ya frías de sus hogares, sus tierras cenizosas, sus cerámicas rotas, negras de cocina, rojas con motivos espirales, funerarias y alguna que otra sigilata romana que afloran a nuestro tiempo empujadas por el arado, en los San Pedros y San Martines palpamos la historia.
En los San Pedros y San Martines vemos, oímos, saboreamos, olemos,palpamos y lo más importante, sentimos nuestra historia. 
La segunda es la ermita de Santiago. Toda la ortodoxia románica" de La Magdalena desaparece. Aquí nos encontramos con una planta octogonal, pozo, cueva y suelo interior de roca. Dificil encontrar mas elementos mágico-simbólicos en tan poco espacio. Templarios, Jerusalén, Vera Cruz... son nombres que vienen a nuestra mente mientras contemplamos esta construcción. Seguimos a muchos kilómetros de cualquier núcleo habitado y la niebla nos sigue dando ese halo de misterio añadido.