En los San Pedros y San Martines se oyen rumores de los críos correteando por sus casas castreñas, a cencerros de cabras pastando por los peñascos, a crujir de ruedas de carro aproximándose por sus caminos de piedra, a choque de espadas de guerreros, a centinelas dando alarmas de intrusos desde su muralla, en los San Pedros y San Martines se oyen rumores de destrucción.
Los San Pedros y San Martines tienen aromas a pucheros de mil sabores de mil productos sacados de la tierra, a cabrito asado de hoguera, a requesón y quesos curados en bodega, en los San Pedros y San Martines se saborea felicidad pasada.
En los San Pedros y San Martines se palpa su pasado, sus piedras ya frías de sus hogares, sus tierras cenizosas, sus cerámicas rotas, negras de cocina, rojas con motivos espirales, funerarias y alguna que otra sigilata romana que afloran a nuestro tiempo empujadas por el arado, en los San Pedros y San Martines palpamos la historia.
En los San Pedros y San Martines vemos, oímos, saboreamos, olemos,palpamos y lo más importante, sentimos nuestra historia.
TEXTO Y FOTOGRAFIAS DE FERNANDO SEBASTIAN ESCA. ENTRADA CONJUNTA CON SU BLOG http://www.conocetucomarca.com/
1 comentario:
Con que conjunta, eh? Pues será cuestión de conjuntar el comentario:
La añoranza de esos lugares perdidos tiene su conpensación en su pasado tan presente.
Chachi Astralago!
Salud y románico
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