Seguimos en Cuenca. Esta vez daremos un paso adelante en el tiempo. La catedral de Cuenca es una sucesión de estilos superpuestos y extrañas restauraciones. Exteriormente todavía se aprecian formas románicas. Al entrar en ella por la portada principal, multitud de pétreos personajes llevan siglos ensimismados en sus quehaceres, despreocupados de los visitantes de su templo. Aquí os dejo muestra de algunoa de ellos. 
4 comentarios:
¿Despreocupados?
Tenemos la creencia de que los objetos inanimados carecen de vida, y yo creo que no es así.
En primer lugar porque si son hechos por una mano humana, creo que el acto de creación siempre se transfiere algo de la intención del autor, posíblemente relacionado con el amor que haya puesto en la creación.
Y por otro lado todos habrán podido comprobar que muchos objetos parecen cobrar vida propia de modo directamente proporcional a su complicación, no respetando la lógica impuesta por la estadística en su actividad.
Finalmente que nadie me niegue que se ha sentido escudriñado por la mirada de una de esas esculturas en algún momento, ¿y podemos asegurar que no es así?
Si y no. En esta cuestión es primordial la actitud, entorno y disposición del receptor. Con mucho gentío, mucha algarabía, como era mi caso en ese día, no se está para recibir esos mensajes.
En otra situación, de silencio y disposición receptiva, la cosa cambia.
En cualquier caso,escudriñar...algunos. Otros están muy a lo suyo ¿no te parece?
Estimado amigo, las circunstancias siempre cuentan en la percepción de cualquier sentimiento, pero yendo mas lejos las multitudes pueden también influir en el observador pétreo, que dispersará su mirada entre las masas.
En otro orden de cosas incluso las esculturas que van a lo suyo lo hacen dentro de un trasfondo exhibicionista.
Para terminar, agradezco su contestación, pues es una actitud no demasiado frecuente en el mundo de los blogueros.
Thank you, that was extremely valuable and interesting...I will be back again to read more on this topic.
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