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EL VIAJE LUCIÉRNAGA (17)







San Vicente de Pombeiro – Pantón (Lugo) 
Se accede desde Ferreira de Pantón, unos 30 kms., aunque en nuestro caso lo hicimos desde Os Peares siendo menor la distancia, la carretera estrecha y plagada de curvas tiene su puntito de aventura. A veces transcurre por zonas umbrías dada la frondosidad del arbolado… al fondo y sobre su margen izquierda unas hermosas vistas del rio Sil. Existe un documento fechado 1 Marzo del 964 que ya menciona la existencia de un monasterio y a su abad Asterigo, al que Doña Goto, esposa del rey Sancho Ordoñez, dona determinadas posesiones. Igualmente en la relación de monasterios cluniacenses realizada por Dalmacio, monje, siglo XI, aparece ya con el nombre de Polumbeiro. Sólo me resta decir que San Vicente de Pombeiro y todo el lugar donde se encuentra es privilegiado, alternan viñedos, bosque, montes, río y pequeñas aldeas a lo largo del camino. Al finalizar nuestra visita del exterior de la iglesia (cerrada a cal y canto) tropezamos con un pequeño grupo de paisanos de Pombeiro y algún foráneo de vacaciones que esperaban la llegada del panadero… gente amable con los que pegamos la hebra… y como a donde fueres haz lo que vieres…. Compramos pan…buen pan.
 Fotografias de Eric, Jordi, Nieves y Antonio Matamoros 
Texto de Antonio Matamoros

4 comentarios:

Paco Torralba dijo...

Pues ya sabes el refrán: Con pan y vino se anda el camino.
El pan ya lo tienes y el vino... zona de Ribeiros y Albariños. El Ribeiro es un buen vino y mas de esta zona. El Albariño me gusta menos aunque en general es mas afamado y hay que tirar de tarjeta bastante.
Los monasterios de esta zona del Sil con impresionantes. Pero se hacen insignificantes porque los paisajes lo son todavía mas.
Añade un misterio mas de cómo pudieron hacerse esos grandes monasterios en esos sitios tan apartados de todo.
Este de San Vicente de Pombeiro bien merece... incluso un mareo.

Antonio Matamoros dijo...

Y si además ese camino transcurre por lugares donde los derivados de ese bicho, cuyos andares aprecian las buenas gentes, criado en estos pagos con castañas, berzas, patacas todo ello en un rancho de probada riqueza alimenticia…. esos derivados, digo, pueden incorporarse al pan ya sea en sólido para hincar el diente o en húmedo para el moje, entonces digo, afirmo, que se anda regular… si ya añadimos un Mencia de Castro Caldelas entonces se camina requetebién.
En lo personal, poco bebedor, tiro de uvas a peras de Riberas de Duero, reconociendo en esa selección un arraigo de sangre más que otra cosa.

Nicolas Guillén en un soneto dedicado a su amigo Rafael Alberti lo dice con suprema gracia:
Este chancho en jamón, casi ternera
anca descomunal, a verte vino,
y a darte su romántico tocino
gloria de frigorífico y salmuera.
Quiera Dios, quiera Dios, quiera Dios, quiera
Dios, Rafael, que no nos falte el vino,
pues para lubricar el intestino,
cuando hay jamón, el vino es de primera.
Mas si el vino faltara y el porcino
manjar comerlo en seco urgente fuera,
adelante comámoslo sin vino,
que en una situación tan lastimera
como dijo un filósofo indochino
aún sin vino, el jamón es de primera.

San Vicente de Pombeiro, como el anterior de San Lourenzo de Carboeiro por mencionar los incluidos en este Viaje Luciérnaga son muestras de unos trabajos imposibles, en una época en la que resultaba imposible llevarlos a cabo por falta de medios de todo tipo, con carencia de la más elemental mano de obra que hacía imposible tales construcciones… pero ahí están … demostrando que lo imposible es cosa de la modernidad no siendo materia conocida para aquellas gentes.
AM

Paco Torralba dijo...

Lo último que se puede pensar es que esa frase la dijera.... ¡¡¡¡¡¡un filósofo indochino¡¡¡¡¡
Creo que a Nicolas Guillen le venía bien ese invento por la rima. Quiero creerlo...
Es que, Antonio, esas gentes, como tu dices ¡¡no sabían que era imposible!!!, y claro, al no saberlo, lo hacían.
Castro Candelas. Lo recuerdo como un pueblo en un alto, gozando de unas vistas maravillosas. Así seguirá...

Antonio Matamoros dijo...

Sigue .. sigue.. en lo más alto de la villa el Castillo (XIV), testigo que fue de la sonada revuelta "Irmandiña" y refugio de castrocaldenses en la guerra de la Independencia contra los franceses siendo incendiado por estos últimos.

Hay una carretera que une Castro Caldelas con Monforte de Lemos, no muchos kilómetros, pero algunos tramos tortuosos encaramándose por la Ribeira Sacra cruzando el cañón del Sil y abrazándose a las viñas que de una forma inverosímil se encuentran en escalones desde la misma ribera del río, en esa carretera se encuentran varias bodegas bajo la denominación Ribeira sacra.
Espectacular recorrido, ambos, el del entorno río, paisaje y el de las bodegas...
Cerquita.... Santo Estevo de Ribas de Sil (1183) y Santa Cristina en Parada de Sil, ambos monasterios benedictinos... románico señorial, como casi todos en Galicia situados en lugares recónditos, ambos de origen primitivamente eremitorios.
AM