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ROMANICO EN BERLIN (y III)





Románico en el Bode Museum (Berlin)

4 comentarios:

Antonio Matamoros dijo...


Hay que remontar en la historia de lo que hoy llamamos Alemania, hasta encontrar a la personalidad más sobresaliente del siglo X, Otón I (Otto I El Grande) emperador del Sacro Imperio Romano Germánico (962-973).
Otón I (912-973) fue elegido rey en Agosto del 936 y podemos decir que todo su reinado fue una sucesión de luchas hasta llegar a la cima del poder europeo. Durante los primeros años sofocó rebeliones internas de todo género. En 937 derrotó al duque de Eberhard de Baviera enviándolo al destierro. En 939 acabó con el duque Eberhard de Franconia y con la rebelión de Thankmar su medio hermano y de su hermano menor Enrique. La última y más peligrosa comandada por su hijo Liudolfo en 954 permitió que los barbaros magiares aprovecharan la ocasión de debilidad en las fronteras para lanzar una incursión que llegó hasta el Rin. Un año después sofocada esa última rebelión, Otón I decidió, apoyado por la nobleza preocupada por la invasión magiar, acabar con el problema y en el verano de ese año derrotan a los invasores haciéndoles retroceder a sus tierras de origen.
Empieza entonces la carrera para cambiar el derecho a conceder la corona imperial, que era prerrogativa del papa. Después de varias acciones entre militares, bodas y política de conveniencia marcha a Italia siendo coronado emperador por el papa el 2 febrero de 962 principio de lo que será el Sacro Imperio Romano Germánico. Nuevas rebeliones ya en Italia llevan a la sustitución del papa, luchas con los caudillos militares de Roma a los que finalmente ajusticia y destierro de los nobles organizadores de los últimos conflictos.
El papa como cabeza de la Iglesia resultaba ser, al tener el poder de nombrar al emperador, cabeza y jefe de la iglesia alemana. Esa fue la principal razón del interés de Oton I por controlar Italia y al papado con el fin de mantener dominada a la iglesia alemana que ya desde Carlomagno estaba basado el sistema político y administrativo del reino alemán.
En este espacio de tiempo del reinado de Otón I El Grande como de sus sucesores y por ese hecho del dominio de la iglesia alemana se produce en la construcción de las iglesias un deseo de honrar al emperador con grandes y majestuosos templos como demostración de poder. Incluso se llama a todo ese periodo dinástico “Arte Otoniano”.
No prospera en el las esculturas propias del románico, por el contrario se prima a la pintura, a los frescos en las grandes abadías y catedrales. También en la ilustración de libros de evangelios y codex. La orfebrería, esmaltes y miniaturas tuvieron una gran expansión. La arquitectura religiosa de la época se constituye en edificios con grandes pórticos, tribuna entre dos altas torres y fachadas con una torre central de gran tamaño con las dos laterales citadas que vienen a representar el poder terrenal del emperador con el religioso.
Esta arquitectura no parece estar vinculada con el románico aunque se desarrolle en paralelo al románico del resto de Europa.
En estos edificios se utiliza para la escultura el estuco para elaborar estaturas, relieves e incluso capiteles.
Parece que no fuera la piedra un elemento básico en las escultura de la época esta pudiera ser la explicación de la escasa presencia del románico, tal como nosotros los entendemos, en el Bode Museum de Berlín.
AM

Paco Torralba dijo...

Por la fecha en la que nos movemos (Oton I / 912-973) coincide con el prerromanico si lo trasladamos a la península Ibérica.
Allá, se mueve entre el carolingio y el románico, ya en el siglo XII.
En cualquier caso, tanto los últimos otomanos como los primeros románicos, los templos son impresionantes. Sólo hay que ver Hildesheim, Turnia o Speer, por ejemplo. Algunos tienen influencias bizantinas.
Todo el románico del Bode parece posterior a estas construcciones. No tuve tiempo de ver su procedencia pero igual podíamos tener alguna sorpresa. Vamos, que podrían proceder de mas cerca de lo que nos imaginamos.

Antonio Matamoros dijo...

Yo tenía en una lista de reclamaciones por expolio a dominadores, invasores y ricos mercaderes, al gran depredador de nuestro románico, aquel país en cuya moneda hacen constar la frase "In god we trust" mezclando el poder espiritual con el poder económico...
Las tres fotografías del primer cuadro me da a mi como poco otónico su origen, pero sólo es un comentario sin soporte histórico.. al socaire de tu ultimo comentario.
AM

Paco Torralba dijo...

OK, Antonio. Por ahí van los tiros...