Vista suroeste del templo. Multitud de hierros sujetan los sillares.
Vista del ábside desde levante
Inquietante grieta en el ventanal del ábside
Interior de la Iglesia. Un sinfín de hierros es lo único que se aprecia.
Si, esta vez si que pudimos entrar en Villaescusa y no como el año pasado, en el que las órdenes dadas a la Guardia Civil era de impedir el paso a toda costa. Los antiguos moradores del pueblo pudieron visitar éste, poner flores en el cementerio a sus antepasados fallecidos y ver el lamentable estado de su iglesia. Todo ésto, que parece un derecho lógico, aqui no lo es porque alguien ha vallado todos los caminos de paso libre para acceder al pueblo: ¡¡Demencial!! Adjunto fotos comentadas que tomé el pasado sábado.
5 comentarios:
Paco, gracias por participar en esta marcha y por el espacio que le has dedicado en tu web.
Entre todos vamos a conseguir que Villaescusa recupere su libre acceso y que la iglesia sea restaurada.
Por muchas vallas que pongan no pueden secuestrar la voluntad de un pueblo.
Gracias, Miguel Angel. Lo del sábado es una clara muestra de que se pueden conseguir cosas, aunque casi de verguenza decir que para ello haya que saltarr vallas puestas sobre caminos públicos y que al traspasarlas no sabiamos si íbamos a encontrarnos con amigos o con enemigos dentro.
Un placer acompañaros
Salu2
Aunque un poco tarde por mi parte, Paco, muchas gracias por tu apoyo y tu presencia física en Villaescusa. No hay nada como los propios ojos para ver lo que, por mucho que se cuente, cuesta trabajo creer. Como dice Miguel Ángel, entre todos, conseguiremos poder acceder libremente a Villaescusa, a su iglesia, a su cementerio y a sus lugares públicos por los caminos de siempre: los caminos públicos hoy impunemente cortados.
Gracias también por el espacio que nos prestas en tu blog.
Un abrazo, Carlos Otero.
Gracias a ti por tu lucha, Carlos.
Cuenta conmigo.
Bueno, llego tarde otra vez. Compromisos "inexcusables" me impidieron asistir a la marcha, ¡justo el año que se consigue el objetivo! ¡Dita sea...! Los hados sabrán por qué.
De todas formas os felicito, aunque sea con carácter retroactivo, con el deseo de que ésto sea el comienzo de algo más grande. Todos cuanto amamos la tierra, el románico y cuanto de bueno hay todavía en la humanidad, hemos ganado una batalla. Pero no la guerra. Continuemos reivindicando, sin desfallecer.
Salud y fraternidad.
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